lunes, 25 de enero de 2016

Sermón Temático Doctrinal



FACILITADOR:
Pst. JORGE IZAGUIRRE   


Tema: Atributos de Dios
Texto: "Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros" Éxodo 3:14
Titulo: Confiando en el Dios que no cambia
Propósito: nuestro Dios es inmutable
Introducción:
Se denomina atributos de Dios a los caracteres por los que se distingue de sus criaturas. Indiscutiblemente hay múltiples cualidades de Dios que no se encuentran en el ser humano, una de ellas es su inmutabilidad un atributo incomunicable que es esencial en Dios y no lo tiene en ningún grado ningún otro ser. Según el diccionario Larousse: "inmutable es algo que no cambia o no puede ser cambiado, que permanece sin inmutarse o es poco propenso a alterarse".
Aplicación de la introducción:
Conocer la inmutabilidad del Señor es importante porque nos asegura el papel de Dios en nuestras vidas, saber que Dios no cambia nos proporciona un ancla espiritual y moral en una cultura rápidamente cambiante.
Proposición: podemos confiar en un Dios que no cambia.
Fase Transitiva: para entender la inmutabilidad de Dios, veamos algunos aspectos que evidencian que Dios no cambia:

I.                   Él es el mismo, su esencia no cambia:
Texto: Malaquías 3:6

La inmutabilidad de Dios es el principio de que Dios no cambia. Sigue siendo el mismo hoy, así como fue hace mil años. La naturaleza de Dios no cambia, no puede envejecer, no progresa ni crece ya que es perfecto eternamente.
El salmista expresa en capítulo 102:25-27: "Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; y todos ellos como una vestidura se envejecerán; como un vestido los mudarás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán".
Por otro lado, Dios habla sobre sí mismo a través del profeta Malaquías diciendo "porque yo Jehová no cambio..." (Mal. 3:6). La inmutabilidad es un consecuencia de la eternidad de Dios (sin cambios, ni sucesión), de ser mutable fallaría su infinitud, porque al perder algo dejaría de ser infinito. De igual manera fallaría su simplicidad, si pierde algo era compuesto.

Ilustración:
Cuando el primer astronauta americano se preparaba para explorar el espacio exterior, un periodista le preguntó:
- ¿En qué confías más para esta aventura?
El periodista esperaba que el astronauta le respondiera que confiaba plenamente en las grandes mentes que habían concebido la nave, los motores, los equipos electrónicos y quizá en sus colegas del gran centro de seguimiento y control de Houston. O quizá en sus propias capacidades de navegación aérea. En vez de eso, el astronauta contestó:
-          En que Dios no cambia sus leyes.
El astronauta sabía muy bien que su seguridad y el éxito de la misión dependían de las leyes de Dios. Pues es Dios quien ha establecido las leyes de la gravitación universal, las leyes físicas que rigen el universo, como también las leyes morales de las Sagradas Escrituras.

Aplicación: esto es lo que quiere decir la inmutabilidad de Dios, que podemos confiar plenamente en lo que él es y ha sido siempre y lo será. Podemos confiar en su Palabra, sus leyes y santidad.

II.     Su carácter no cambia:
Texto: Éxodo 34:6-7

El carácter es el conjunto de rasgos o cualidades que indican la naturaleza propia de una persona y su manera de pensar y actuar. Entre los rasgos de Dios encontramos que Él es misericordioso y justo, estos dos atributos son mencionados juntos en muchas ocasiones en las escrituras ya que se complementan el uno al otro. Sin misericordia la justicia seria implacable, y todos los hombres estarían perdidos; sin justicia, la misericordia seria una indulgencia culpable hacia el pecado por, y el universo se hundiría a la anarquía. En Éxodo. 34:4-6 vemos destacada la importancia de estos atributos.

Ilustración:
Una niña se encontraba de visita en casa de sus abuelos maternos quienes vivían en un lugar sin tuberías de agua en el interior. El agua tenía que ser traída desde un manantial cercano. Un día, una de sus tías la mando a ella y a su prima a que trajeran un balde de agua. Su prima, quien era tres años mayor que ella, recogió un balde, juntamente con un palo corto y grueso y salieron juntas al manantial. Al llegar allí, la prima lleno el balde, metió el palo por el asa y le ordenó a la niña agarrarlo por el extremo más cercano. Al hacerlo, ella tomó el otro extremo del palo y luego hizo algo muy bondadoso. Deslizó el asa del balde más cerca de su propia mano. Ella sabía que la pequeña no era muy fuerte, así que tomó la parte más pesada de la carga y la dejó llevar sólo la que ella podía.

Aplicación: esta es la forma de Dios tratar a sus hijos. Muestra su justicia al pedirnos llevar el balde, pero expresa su misericordia al tomar Él la parte más pesada. Es así como en su misericordia Dios ha tenido compasión del pecador, pero en su justicia solamente le salva cuando este le acepta así quita  de sobre él sus pecados. Esto ha sido y seguirá siendo así pues el carácter de nuestro Dios no cambia.

III. Su verdad no cambia
Texto: Jeremías 10:10 Juan 17:3 1Juan 5:20

Verdadero es algo autentico, que tiene los caracteres esenciales de su naturaleza, además se usa frecuentemente para significar la coincidencia entre una afirmación y los hechos o la realidad de la que dicha afirmación se refiere o la fidelidad a una idea. En el griego el término usado es alétheia cuyo significado etimológico es "sin velos, desvelada".
La veracidad de Dios es aquella virtud por medio de la cual todas sus declaraciones son verdaderas. Él es veraz en su revelación, todo lo que dice de sí mismo es verdadero. La veracidad de Dios puede extenderse a su existencia real, ya que Él es el único Dios verdadero; los ídolos son solo ficción y engaño.
A través de las Escrituras aparece lo que Dios designa como verdad. Es divina, y está por encima de las opiniones de los hombres, por prudentes y piadosos que estos sean. El Salmista lo expresaba así “Sumamente pura es tu palabra, Y la ama tu siervo. Pequeño soy yo, y desechado, Más no me he olvidado de tus mandamientos. Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad. Aflicción y angustia se han apoderado de mí, Mas tus mandamientos fueron mi delicia. Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré”. (Salmo 119:140-144).
Podemos confiar en que Su Palabra permanece para siempre) 1Pd. 1:24-25 y que de ninguna manera puede ser quebrantada (Juan 10:35)

Ilustración:
Muchos hombres creen que la Biblia es un libro atrasado que ya pasó  a la historia.  Dicen que estaba bien para los tiempos remotos, y que contiene algunas páginas históricas de interés, pero que no sirve para hoy; que vivimos en el siglo de las luces, y hemos adelantado tanto que los hombres pueden andar perfectamente bien sin la Biblia.
Lo mismo sería decir que el sol, que ha brillado tanto tiempo, es ya tan viejo que  es una cosa atrasada; o que cuando un hombre construye una casa, ya no debe ponerle ventanas desde que hemos descubierto la luz eléctrica.  Yo les aconsejo a quienes piensan que la Biblia es demasiado vieja y que está fuera de moda, que no pongan ventanas en sus casas, sino que alumbren a éstas con luz eléctrica, ya que lo que buscan es lo novedoso.

Aplicación: conocer a Dios implica entonces conocer Su Palabra y podemos sentir seguridad en saber que toda verdad que ha sido dicha por Dios tiene la misma vigencia para mi vida hoy, como la tuvo para otros en el pasado. “El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán” Marcos 13:31

IV. Su propósito no cambia
Texto: Salmos 33:11; Hebreos 6:17-18; Números 23:19

Otro aspecto de su veracidad es su fidelidad, porque cumple todas sus promesas y las otras promesas de Dios son invariables y confiables porque Dios es invariable y confiable. Cuando Dios prometió a Abraham un hijo hizo un juramento en su propio nombre. El juramento era tan confiable como su nombre y su nombre era tan bueno como su naturaleza divina. Estas dos cosas inmutables son la naturaleza de Dios y sus promesas.

Los propósitos y los planes de Dios también son inmutables. Nosotros solemos cambiar nuestros planes. En ocasiones, nos ha faltado tomar todas las provisiones para anticipar todo lo que podía ocurrir, o nos ha faltado el poder para ejecutar lo que nos propusimos. Pero Dios no es como nosotros.
En la Biblia hayamos una gran cantidad de" preciosas y grandísimas promesas" I Pedro 1:4 "Dios, que no miente, prometió" Tito 1:2. Dios que anuncia lo porvenir desde el principio Isaías 46:10, mantiene siempre la palabra que ha salido de Él:  “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré” Isaías 46:9-11
Todas las promesas se cumple en la persona y mediante la obra del Señor Jesucristo (Hechos 13:23)

Ilustración:
En una ocasión se encontraba un granjero no muy letrado con su hijo, quien se encontraba de regreso de su primer año en la universidad. Ambos se encontraron bajo un árbol y el padre comenzó a interrogar sobre las experiencias universitarias.
El joven le dijo:
-Papá, he disfrutado mi primer año en la universidad, pero ¿sabes una cosa? He estudiado biología, filosofía y botánica y he aprendido cosas que me han molestado.
El padre sentía una tremenda curiosidad por enterarse de qué era lo que estaba inquietando a su hijo. El joven contestó:
-Padre, he descubierto que Dios ha hecho un mundo equivocado. Por ejemplo, mira este roble tan fuerte bajo el cual nos encontramos. Dios puso una pequeña bellota en él. Y mira a nuestra derecha esa enorme calabaza ¡Dios la ha colocado en unos tallos frágiles! yo hubiese puesto la calabaza grande en este fuerte roble.
Precisamente en aquel momento sopló el viento y una bellota cayó del árbol y le pego al universitario en la cabeza. El chico pasándose la mano por la frente, miró a su padre y le dijo:
-¡Caray papa, menos mal que no fue la calabaza!

Aplicación: el plan de Dios es siempre mejor, sus caminos siempre perfectos. Necesitamos aprender con desesperación a depositar nuestra confianza en Él y en su eterno plan.

Conclusión
Por lo tanto, podemos ver a través de la Palabra que la inmutabilidad de nuestro Dios se refleja en que su esencia, su carácter, su verdad y propósito no cambian

La inmutabilidad de Dios nos da consuelo y seguridad en saber quiénes somos y quien es Dios. Cuando nos sentimos arrastrados en muchas direcciones y buscamos respuestas, podemos saber que Dios es constante, confiable, y fiel para ayudarnos cuando se lo pedimos. Como hijos de Dios podemos confiar plenamente en que Él es nuestra Roca su carácter, su amor por nosotros y su fidelidad nunca cambiarán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario